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John Evans

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John Spencer Evans (Blackpool, Lancashire, Inglaterra, 28 de marzo de 1948), fue teclista de Jethro Tull entre los años 1969 y 1980.

Formaba parte del grupo de amigos que darían origen, posteriormente, a Jethro Tull. John Spencer Evans modificó su nombre artístico a John Evan cuando su primera banda, The Blades, cambió su nombre al de The John Evan Band.

Abandonó The John Evan Band para estudiar química farmacéutica en Chelsea. Posteriormente volvió con Jethro Tull en 1970, para colaborar en la grabación de su LP Benefit, y, en junio de ese año, ingresó definitivamente en el grupo.

Grabó con la banda todos los álbumes de la época dorada del grupo, desde Benefit (1970) hasta Stormwatch (1980).

Su interpretación más famosa dentro del grupo fue la suave y jazzística introducción al piano del tema «Locomotive Breath», del álbum Aqualung (1971).

Gran amante de la música clásica, siempre incluía en los conciertos de Jethro Tull alguna pieza clásica, especialmente variaciones sobre algún tema de Beethoven. Especializado en el piano, no se adaptaba completamente a los teclados electrónicos, para lo cual se incorporaría posteriormente David Palmer. Tanto John Evan como David Palmer son los dos únicos miembros de Jethro Tull que estudiaron en el conservatorio.

Siempre será recordado, además de por sus dotes pianísticas, por su puesta en escena en las actuaciones del grupo, con su siempre inmaculado traje blanco y su simpatía en el escenario. Muchas veces solía colocar en broma un orinal encima del piano de cola.

También fue la voz narradora del intermezzo «The Story of the Hare who Lost his Spectacles», dentro del álbum A Passion Play.

Como la mayoría de los miembros de la banda (excepto Ian Anderson y Martin Barre), abandonó el grupo tras la gira mundial de Stormwatch, en agosto de 1980, y formó un grupo llamado Tallis junto con David Palmer, que también había dejado por entonces el grupo. Tras el poco éxito de la banda, inició un negocio de construcción. Ha aparecido posteriormente en algunas reuniones de Jethro Tull.


Frédéric Chopin

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Fryderyk Franciszek Chopin (Żelazowa Wola, Gran Ducado de Varsovia, 1 de marzo de 1810 – París, Francia 17 de octubre de 1849) fue un compositor y virtuoso pianista polaco considerado como uno de los más importantes de la historia y uno de los mayores representantes del Romanticismo musical. Su perfecta técnica, su refinamiento estilístico y su elaboración armónica han sido comparadas históricamente, por su perdurable influencia en la música de tiempos posteriores, con las de Wolfgang Amadeus Mozart y Ludwig van Beethoven.

Hijo de un maestro francés emigrado a Polonia, Chopin fue un niño prodigio que desde los seis años empezó a frecuentar los grandes salones de la aristocracia y la burguesía polacas, donde suscitó el asombro de los asistentes gracias a su sorprendente talento. De esa época datan también sus primeras incursiones en la composición. En 1829 emprendió su carrera profesional como solista con una serie de conciertos en Viena.

El fracaso de la revolución polaca de 1830 contra el poder ruso provocó su exilio en Francia, donde muy pronto se dio a conocer como pianista y compositor, hasta convertirse en el favorito de los grandes salones parisinos. En ellos conoció a algunos de los mejores compositores de su tiempo, como Berlioz, Rossini, Cherubini y Bellini, y también, en 1836, a la que había de ser uno de los grandes amores de su vida, la escritora George Sand.

Se separaron en 1847. Para entonces Chopin se hallaba gravemente afectado por la tuberculosis que apenas dos años más tarde lo llevaría a la tumba. En 1848 realizó aún una última gira de conciertos por Inglaterra y Escocia, que se saldó con un extraordinario éxito.

Excepto los dos juveniles conciertos para piano y alguna otra obra concertante, «Fantasía sobre aires polacos Op. 13, Krakowiak Op. 14» o camerística, «Sonata para violoncelo y piano», toda la producción de Chopin está dirigida a su instrumento musical, el piano, del que fue un virtuoso incomparable.


Franz Schubert

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Franz Peter Schubert (Viena, 31 de enero de 1797 – 19 de noviembre de 1828) fue un compositor austriaco, considerado el introductor del romanticismo musical y la forma breve característica pero, a la vez, también continuador de la sonata clásica siguiendo el modelo de Ludwig van Beethoven. Fue un gran compositor de lieder (breves composiciones para voz y piano, antecesor de la canción moderna), así como de música para piano, de cámara y orquestal.

Schubert fue uno de los principales músicos austríacos que vivió a comienzos del siglo XIX; fue el único nacido en la que fue capital musical europea a finales del siglo XVIII y principios del XIX: Viena. Vivió, treinta y un años, tiempo durante el cual consiguió componer una obra musical excelente, de gran belleza e inspiración. Su talento creció a la sombra de Beethoven, a quien admiraba; murió un año después que su ídolo. No fue reconocido en vida: después de su muerte, su arte comenzó a conquistar admiradores. Escribió más de seiscientos lieder, de los cuales gran parte, después de su fallecimiento, quedaron inéditos.


Wolfgang Amadeus Mozart

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Joannes Chrysostomus Wolfgangus Theophilus Mozart (Salzburgo, 27 de enero de 1756 – Viena, 5 de diciembre de 1791), más conocido como Wolfgang Amadeus Mozart, fue un compositor y pianista austriaco, maestro del Clasicismo, considerado como uno de los músicos más influyentes y destacados de la historia.

La obra mozartiana abarca todos los géneros musicales de su época y alcanza más de seiscientas creaciones, en su mayoría reconocidas como obras maestras de la música sinfónica, concertante, de cámara, para piano, operística y coral, logrando una popularidad y difusión universales.

En su niñez más temprana en Salzburgo, Mozart mostró una capacidad prodigiosa en el dominio de instrumentos de teclado y del violín. Con tan solo cinco años ya componía obras musicales y sus interpretaciones eran del aprecio de la aristocracia y realeza europea. A los diecisiete años fue contratado como músico en la corte de Salzburgo, pero su inquietud le llevó a viajar en busca de una mejor posición, siempre componiendo de forma prolífica. Durante su visita a Viena en 1781, tras ser despedido de su puesto en la corte, decidió instalarse en esta ciudad donde alcanzó la fama que mantuvo el resto de su vida, a pesar de pasar por situaciones financieras difíciles. En sus años finales, compuso muchas de sus sinfonías, conciertos y óperas más conocidas, así como su Réquiem. Las circunstancias de su temprana muerte han sido objeto de numerosas especulaciones y elevadas a la categoría de mito.

En palabras de críticos de música como Nicholas Till, Mozart siempre aprendía vorazmente de otros músicos y desarrolló un esplendor y una madurez de estilo que abarcó desde la luz y la elegancia, a la oscuridad y la pasión —todo bien fundado por una visión de la humanidad «redimida por el arte, perdonada y reconciliada con la naturaleza y lo absoluto»—. Su influencia en toda la música occidental posterior es profunda; Ludwig van Beethoven escribió sus primeras composiciones a la sombra de Mozart, de quien Joseph Haydn escribió que «la posteridad no verá tal talento otra vez en cien años».